He matado
He matado, he traicionado, he mentido, he trabajado mucho, tengo en las
manos la tinta de los crímenes, tengo en mis libros la sangre seca de mis
profanaciones. Todo lo he hecho por conseguir esto, este ramo de silencio que
ahora es mi vida. Nunca he buscado ni esperado ni querido otra cosa. Hoy lo sé.
No era poder lo que disputaba, ni gloria ni dominio ni fama ni dinero. Sólo
este ramo sagrado de silencio en la mañana fluvial, en la tarde cansada,
rosácea-mente cansada. Tras de las altas puertas de hierro negro, con ligaduras
de flor, con almenas de cielo verde, vivo en mi ramo de silencio. Ni sexo ni
libros. Sólo este monacato del incrédulo, esta infinita paz que no es pariente
dela vida ni de la muerte. Todo lo que soñé está en un poliedro de cielo, aquel
cielo del chico soñador, que es este cielo. Ramo de tardes purísimas,
posteridad anónima de mi vencido cuerpo.
(De "Un ser de lejanía", Ed. Planeta)
Bueno, pues parece que se convirtió en alma.
ResponderEliminarabrazos, maravillosa entrada, felicidades¡¡¡
Un precioso texto, como siempre . Lo siento como una entrega , un encuentro tal vez con tu alma.
ResponderEliminarBesos de luz.