El final
La tormenta añade un dramatismo líquido a la despedida. Siento sobre mis manos el gélido contacto de las suyas. Nos miramos a los ojos a través del bloque de aire espeso que nos separa. La tristeza tiene un sonido puro, que vibra y se propaga unido al de la lluvia hasta llenarlo todo. No hay lágrimas ni palabras. Está todo dicho y ambos lo sabemos. Por mucho que el narrador se empeñe en alargar el capítulo final colocando entre nosotros un diálogo ya del todo inútil.
¡ESPECTACULAR ! Todo dicho y al más alto nivel. ¡FELICITACIONES ! BESOS.
ResponderEliminarQuizás sobre el narrador , no se. Besos¡¡
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