Una pasión en el desierto
El extenuado y sediento viajero perdido en el desierto vio que la hermosa mujer del oasis venía hacia él cargando un ánfora en la que el agua danzaba al ritmo de las caderas.
- ¡Por Alá -gritó-, dime que esto no es un espejismo!
- No -respondió la mujer, sonriendo-. El espejismo eres tú.
Y
en un parpadeo de la mujer
el hombre desapareció.
ESPECTACULAR !! Muy, muy bueno.
ResponderEliminarAdmiro la capacidad de síntesis, que no es nada fácil de lograr.
Besos del alma :)