Al
fin ha venido el médico a ver a Madre. Trae una máscara con unos agujeros tan
pequeños que no se le ven los ojos y con un pico, como de ave, que le tapa la
nariz y le distorsiona la voz cuando dice "¿dónde?". Tras ver a
Madre, niega con la cabeza en un gesto que ni la máscara amortigua. Hermana y
yo somos las últimas en la casa y cada vez hay menos vecinos. ¿Se va a quedar
el mundo sin gente? Antes de cerrar los ojos, Madre me hace prometer que le
cepillaré las alas al ángel. No sé qué quiere decir pero se lo prometo de todas
formas.
Desconcertante Manuel, pero muy bello.
ResponderEliminarGracias. :)