Antropofagia
Tanto se amaron Juan Luis y Luisa María que decidieron quitarse la vida.
Pero querían que el mismo amor, el deseo, la voracidad erótica fuera su
cuchillo y su verdugo.
Y decidieron irse a un motel.
Allí estuvieron tres días y dos noches.
Después, nadie pudo explicarse jamás el misterio: dos esqueletos intactos
sobre una cama, cubiertos aún por una delgada película de baba, como si una
lengua ávida y morosa hubiese recorrido cada uno de los huesos dejándolos suaves
y transparentes.
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