LLEGUÉ
A TI
Llegué
a ti,
desolada,
sin equipaje,
como quien llega a una ciudad extraña,
una triste tarde de domingo,
y me deslumbraron tus altas torres,
tus rutilantes cúpulas.
desolada,
sin equipaje,
como quien llega a una ciudad extraña,
una triste tarde de domingo,
y me deslumbraron tus altas torres,
tus rutilantes cúpulas.
Al leer el poema, personalmente me da la sensación de que la poetisa Carmen Bermúdez escapó de un pequeño poblado para encontrarse embelesada en la ciudad soñada.
ResponderEliminarUn abrazo Manuel.