Advertencia
Si alguna vez sufres -y lo
harás-
por alguien que te amó y que te abandona,
no le guardes rencor ni
le perdones:
deforma su memoria el rencoroso
y en amor el perdón es sólo
una palabra
que no se aviene nunca a un sentimiento.
Soporta tu dolor en
soledad,
porque el merecimiento aun de la adversidad mayor
está
justificado si fuiste
desleal a tu conciencia, no apostando
sólo por el
amor que te entregaba
su esplendor inocente, sus intocados
mundos.
Así que cuando sufras -y lo harás-
por alguien que te amó,
procura siempre
acusarte a ti mismo de su olvido
porque fuiste cobarde o
quizá fuiste ingrato.
Y aprende que la vida tiene un precio
que no
puedes pagar continuamente.
Y aprende dignidad en tu derrota,
agradeciendo a quien te quiso
el regalo fugaz de su
hermosura.
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