POÉTICA
No
buscas que tu nombre venga en antologías
ni
que de ti se ocupen en su letra menuda
minuciosos
manuales.
Tan
sólo que algún día,
dentro
de mucho tiempo, un lector solitario
-pues
siempre solitario es el que llamamos
lector-
vaya, y en una biblioteca,
casi
al azar, descubra unas palabras
cubiertas
por el polvo de los años.
Y
tras soplar el polvo y repasar las páginas,
encuentre
que esas páginas le entonan
como
un poco de whisky en una tarde fría del invierno.
(De “Medidas provisionales”, Editorial
Renacimiento, 2004)