jueves, 28 de junio de 2018

Pablo Neruda: "Punto"












PUNTO


No hay espacio más ancho que el dolor,
no hay universo como aquel que sangra.





(De “Estravagario”, Ediorial Losada, 1971)






martes, 26 de junio de 2018

Pablo Neruda: "Hemos perdido aun..."












HEMOS PERDIDO AUN...



Hemos perdido aun este crepúsculo.
Nadie nos vio esta tarde con las manos unidas
mientras la noche azul caía sobre el mundo.

He visto desde mi ventana
la fiesta del poniente en los cerros lejanos.

A veces como una moneda
se encendía un pedazo de sol entre mis manos.

Yo te recordaba con el alma apretada
de esa tristeza que tú me conoces.

Entonces, dónde estabas?
Entre qué gentes?
Diciendo qué palabras?
¿Por qué se me vendrá todo el amor de golpe
cuando me siento triste, y te siento lejana?

Cayó el libro que siempre se toma en el crepúsculo,
y como un perro herido rodó a mis pies mi capa.

Siempre, siempre te alejas en las tardes
hacia donde el crepúsculo corre borrando estatuas.







(De "20 Poemas de amor y una canción desesperada", Editorial Losada, 1972)






 



domingo, 24 de junio de 2018

Pablo Neruda: "Me gustas cuando callas..."












ME GUSTAS CUNADO CALLAS...



Me gustas cuando callas porque estás como ausente,
y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca.
Parece que los ojos se te hubieran volado
y parece que un beso te cerrara la boca.

Como todas las cosas están llenas de mi alma
emerges de las cosas, llena del alma mía.
Mariposa de sueño, te pareces a mi alma,
y te pareces a la palabra melancolía.

Me gustas cuando callas y estás como distante.
Y estás como quejándote, mariposa en arrullo.
Y me oyes desde lejos, y mi voz no te alcanza:
déjame que me calle con el silencio tuyo.

Déjame que te hable también con tu silencio
claro como una lámpara, simple como un anillo.
Eres como la noche, callada y constelada.
Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo.

Me gustas cuando callas porque estás como ausente.
Distante y dolorosa como si hubieras muerto.
Una palabra entonces, una sonrisa bastan.
Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto.







(De “20 Poemas de amor y una canción desesperada”, Editorial Losada, 1972)










jueves, 21 de junio de 2018

Pablo Neruda: "Puedo escribir los versos..."











PUEDO ESCRIBIR LOS VERSOS...



Puedo escribir los versos más tristes esta noche.

Escribir, por ejemplo: "La noche está estrellada,
y tiritan, azules, los astros, a lo lejos".

El viento de la noche gira en el cielo y canta.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Yo la quise, y a veces ella también me quiso.

En las noches como ésta la tuve entre mis brazos.
La besé tantas veces bajo el cielo infinito.

Ella me quiso, a veces yo también la quería.
Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.

Oir la noche inmensa, más inmensa sin ella.
Y el verso cae al alma como al pasto el rocío.

Qué importa que mi amor no pudiera guardarla.
La noche está estrellada y ella no está conmigo.

Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos.
Mi alma no se contenta con haberla perdido.

Como para acercarla mi mirada la busca.
Mi corazón la busca, y ella no está conmigo.

La misma noche que hace blanquear los mismos
           árboles.
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.

Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise.
Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.

De otro. Será de otro. Como antes de mis besos.
Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos.

Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.

Porque en noches como ésta la tuve entre mis
          brazos,
mi alma no se contenta con haberla perdido.

Aunque éste sea el último dolor que ella me causa,
y éstos sean los últimos versos que yo le escribo.






(De “20 Poemas de amor y una canción desesperada”, Editorial Losada, 1972)









martes, 19 de junio de 2018

Rafael Alberti: "El ángel desconocido"









EL ÁNGEL DESCONOCIDO



¡NOSTALGIA de los arcángeles!
Yo era...
Miradme.

Vestido como en el mundo,
ya no se me ven las alas.
Nadie sabe cómo fui.
No me conocen.

Por las calles, ¿quién se acuerda?
Zapatos son mis sandalias.
Mi túnica, pantalones
y chaqueta inglesa.

Dime quién soy.

Y, sin embargo, yo era...
Miradme.




(De “Sobre los ángeles”, Ediciones Orbis, 1997)











lunes, 18 de junio de 2018

Rafael Alberti: "Todo es verdad"











TODO ES VERDAD



Un gato enmascarado
hinca la garra a un pájaro y lo come,
una mujer está llorando piedras,
sobre una mesa un buey y una cabra dejan su cráneo mudo,
las bañistas no pueden con los enormes pies y, sin embargo,   
       saltan,
las narices disparan o se tuercen aspirando algo desconocido,
hay senos que se pasan a la espalda
y traseros que optan por estar delante,
las manos se hacen signos o patas de langosta,
un caballo enloquece asomando por lengua una punta de hierro...

Todo es verdad, existe, puede comprobarse.






(De “Los 8 nombres de Picasso”, Editorial Kairós, 1970)








 

miércoles, 6 de junio de 2018

Vicente Aleixandre: "Instante"












INSTANTE


Mira mis ojos. Vencen el sonido.
Escucha mi dolor como una luna.
Así rondando plata en tu garganta
duerme o duele.
                         O se ignora.
                                           O se disuelve.

Forma. Clamor. Oh, cállate. Soy eso.
Soy pensamiento o noche contenida.

Bajo tu piel un sueño no se marcha,
un paisaje de corzas suspendido.




(De “Espadas como labios”, Editorial Losada, 1968)







 


martes, 5 de junio de 2018

Rafael Lozano: A Vicente Aleixandre









A Vicente Aleixandre


El poeta es como un clavo maltratado en la sinfonía encadenada del hombre diario.
El mundo es como un lamento de relojería, es como un silencio agredido.









lunes, 4 de junio de 2018

Vicente Aleixandre: " Reposo"








REPOSO


Una tristeza del tamaño de un pájaro.
Un aro limpio, una oquedad, un siglo.
Este pasar despacio sin sonido,
esperando el gemido de lo oscuro.
Oh tú, mármol de carne soberana.
Resplandor que traspasas los encantos,
partiendo en dos la piedra derribada.
Oh sangre, oh sangre, oh ese reloj que pulsa
los cardos cuando crecen, cuando arañan
las gargantas partidas por el beso.
Oh esa luz sin espinas que acaricia
la postrer ignorancia que es la muerte.



(De "Espadas como labios", Editorial Losada, 1968)