viernes, 31 de mayo de 2013

Julio Cortázar: "Conducta de los espejos en la isla de Pascua"

 

 


 

Conducta de los espejos en la isla de Pascua

 

 


Cuando se pone un espejo al oeste de la isla de Pascua, atrasa. Cuando se pone un espejo al este de la isla de Pascua, adelanta. Con delicadas mediciones puede encontrarse el punto  en que ese espejo estará en hora, pero el punto que sirve para ese espejo no es garantía de que sirva para otro, pues los espejos adolecen de distintos materiales y reaccionan según les da la real gana. Así Salomón Lemos, el antropólogo becado por la Fundación Guggenheim, se vio a sí mismo muerto de tifus al mirar su espejo de afeitarse, todo ello al este de la isla. Y al mismo tiempo un espejito que había olvidado al oeste de la isla de Pascua reflejaba para nadie (estaba tirado entre las piedras) a Salomón  Lemos de pantalón corto yendo a la escuela; después, a Salomón Lemos  desnudo en una bañadera, jabonado entusiastamente por su papá y su mamá; después, a Salomón Lemos diciendo ajó para emoción de su tía Remeditos en una estancia del partido de Trenque Lauquen.






 


 

jueves, 30 de mayo de 2013

Antonio Gamoneda: "Hubo un tiempo"










Hubo un tiempo



Hubo un tiempo en que mis únicas pasiones eran la pobreza
y la lluvia.

Ahora siento la pureza de los límites y mi pasión no existiría
si dijese su nombre.









miércoles, 29 de mayo de 2013

Francisco Umbral: "Dos palomas de barro"









Dos palomas de barro 


Han venido a mi casa dos palomas de barro. Tienen el color gris de los viajes. Están tomando posesión del mundo. Se acercan a la fuente como a una gran pagoda. Y mi jardín se ensancha cuando vuelan.





(De "Un ser de lejanías", Ed. Planeta)







martes, 28 de mayo de 2013

Felipe Benítez Reyes: "Anotaciones en un libro"








Anotaciones en un libro



¿Cómo encontrar esa metáfora
que contenga la luna, que contenga
las largas noche de amor, de abatimiento,
que exprese una emoción inexpresable,
que evoque y resucite y haga nítidas
las regiones lejanas que pisó la memoria?

¿Y cómo hacer posible que la muerte
nos respete, dejándonos vivir en el recuerdo
de las generaciones venideras por sólo unas palabras
que aspiraron a ser como la música
aladas y profundas, inútiles y hermosas?

Un florentino engrandece su amor
creando el Paraíso y el Infierno. 





lunes, 27 de mayo de 2013

Gabriel de Biurrum: "Niños soñados"










Niños soñados


 
Un día empezaron a entrar niños en la casa. Llamaron al timbre. La puerta estaba abierta cuando bajé. Dos rubios y uno pelirrojo sonreían desde la entrada, como si en algún momento alguien fuera a decirles que habían tardado mucho, o que qué bien que ya estaban de vuelta. Los llevé a la cocina, preparé bocadillos y fuimos al jardín de atrás.
Los otros ya no llamaron, simplemente fueron entrando y ocupando cada habitación. Algunos surgían en la sala, desaparecían y volvían a aparecer en el baño. No jugaban, no hablaban, eran como un rebaño de ilusiones sonrientes, no se estorbaban ni peleaban.
Anne se levantó cuando ya se hacía imposible caminar sin chocar con los niños. De hecho, seguro que en el dormitorio había alguno que ella no vio. Bajó a la cocina y se sentó junto a la ventana, como cada día, esperando a que yo le llevara el café.
-He tenido un sueño maravilloso –dijo bostezando -, teníamos hijos. Ha sido bonito. Me ha dado fuerzas.
Anne observaba el jardín lleno de niños.
-Hay que cortar la hierba –dijo-, se ve fea.









domingo, 26 de mayo de 2013

Clementina Suárez: "Combate"


 






Combate


Yo soy un poeta,
un ejército de poetas.
Y hoy quiero escribir un poema,
un poema silbatos,
un poema fusiles
para pegarlos en las puertas,
en las celdas de las prisiones,
en los muros de las escuelas.
Hoy quiero construir y destruir,
levantar en andamios la esperanza.
Despertar al niño,
arcángel de las espadas,
ser relámpago, trueno,
con estatura de héroe
para talar, arrasar,
las podridas raíces de mi pueblo.





sábado, 25 de mayo de 2013

Carmela Greciet: "Niña ucraniana"










Niña ucraniana



Mi madre se entretuvo con el móvil en el momento en que íbamos a entrar en el ascensor para bajar al parque y no pudo evitar quedarse paralizada en el rellano cuando las puertas se cerraron conmigo dentro.
Aparecí unos pisos más arriba, donde me esperaba una señora a la que nunca antes había visto y que me gritaba enfadada en –luego lo supe- lengua ucraniana. Con el vértigo de mi primer viaje en solitario, no tuve fuerzas para llevarle la contraria e hice lo que sus gestos, con el lenguaje universal de las madres, me indicaban: “Entra pa casa”.
Aunque al principio pensé en zafarme escaleras abajo, mi orgullo herido, al ver que pasaban los días y ella no subía a buscarme, me retuvo como revancha. Además, enseguida empecé a cogerle gusto al borsh, a los galushki, a los trocitos de salo, al kulich, a la dulce zapecanca y a tener un hermano –yo siempre había querido tener un hermano-, así que decidí quedarme.
Ahora estudio en una escuela pública, donde me dan clase de español cinco horas por semana. Como no hablo, mi tutora tranquiliza a los otros profesores: Es que está en el período silencioso, pero ya veréis cuando arranque, que estos del Este son muy disciplinados... Todos creen que soy muy alta, pero es que me han escolarizado dos cursos por debajo.
Los compañeros me gritan en el patio:
- ¡NiñaU-crania, NiñaU-crania!...
Han pasado ya unas cuantas semanas y hoy por primera vez me la he cruzado. Salía del portal cuando yo entraba con mi hermano. Iba radiante, de la mano de un nuevo novio, y al verme, ha dado un gritito:
- ¡Uy, qué niña tan mona…, y cómo crece!...
Y luego, por lo bajini, le ha explicado:
- Son los del 5º…, de los de Ucrania.










viernes, 24 de mayo de 2013

Curro Jiménez Melero: "Bajé del cielo"


 

 

 

 

Bajé del cielo

 


Ayer el viento soplaba en la playa hacia el este,
cogí mi mano y la saqué del cielo
y te toqué creyendo
que tú sabías que era mi mano.
Tirabas de ella fuerte,
intermediada con pequeñas caricias
que forzaban mi respiración
y gemidos diminutos.
Que no se perturbe
ni el silencio de la noche
ni el descanso de nuestros compañeros de aventuras.
Decidido bajé del cielo
y allí, presente,
me hiciste desaparacer con tu mirada,
de la que salió un torbellino
que me hizo volar
a mí,
a mi olvido y mi rencor.








jueves, 23 de mayo de 2013

Lola Díaz: "Fertilidad"








Fertilidad



A punto de terminar su relato, una ráfaga de viento se llevó las palabras. Cayeron en tierra fértil, y en primavera brotaron cuentos de colores.









miércoles, 22 de mayo de 2013

Alvaro Campos: "Pura dinamita"









Pura dinamita




Un trompetista que sopla
producciones fallecidas.
A la izquierda, los curiosos.
A la espalda, policías.
"¿Cómo descifrar el pasado
sin perturbar a los presentes?"

 Corazones ilegales
delinquen por calles sombrías.
Artilleros de metal ligero
dinamitan troupes del desamor.







martes, 21 de mayo de 2013

Miguel A. Hernádez Navarro: "Memento"












Memento




Después de más de veinte años de búsqueda surcando los mares más lejanos, encontró al fin el ansiado cofre del tesoro. Con lágrimas en los ojos y esbozando una leve sonrisa, pudo comprobar su contenido. Ni oro, ni reliquias, ni diamantes, ni siquiera monedas de plata, sino algo mucho más valioso y extraño al mismo tiempo, un papel amarillento que, tiempo atrás, alguien había puesto en aquel lugar: el mapa de regreso.









lunes, 20 de mayo de 2013

Ernestina de Champourcín: "Entrega"







Entrega




Iré a tus manos, limpia, indemne, sin memoria,
renacida de ti y ajena a lo tuyo,
iré a tus manos casta,
desnuda de tus besos.

Sentirás al ceñirme que una rosa de nieve
insinúa en tus palmas su gélida caricia.
Seré para tu cuerpo el lino apaciguante
que sana y que perdona.

¡Deja que vaya en ti más allá de lo mío,
que abandone mi ser por la gloria del tuyo!
¡Aunque me huyas siempre,
iré a tus manos, muerta!








domingo, 19 de mayo de 2013

Andrés Berlanga: "El cuento, ni relato, ni estampa"










Para mí el cuento no es un relato o una estampa, sin más, sino un mundo con entidad propia, con argumentos sugerentes y abierto, pero de ciclo cerrado, si es posible con pirueta final verosímil; con ironía y emoción en sus entrañas, con algo de misterio o intriga, vinculado a mi tiempo y con un lenguaje que sea médula, y no postizo, de lo que narra.









sábado, 18 de mayo de 2013

Antonio Rodríguez Alarcón: "La vida"







La vida




A embestidas, sin piedad,
a dentelladas devoramos la vida
y dejamos desnudo el hueso.
Nunca sabremos si mereció la pena.

La indigestión se hace crónica,
se pega la cuchara mientras las caries
oscurece la sonrisa y se niega
a visitar al dentista como niño mal criado.

Nunca sabremos si mereció la pena
comerlo todo, saquear la despensa.










viernes, 17 de mayo de 2013

Pedro Sánchez Negreira: "El abrigo"






 El abrigo

Lo veo cada mañana, de camino al Banco. "Buenos días" le digo siempre que paso a su lado, pero él ni siquiera desvía la atención del libro que suele tener entre sus manos. Nunca me contesta y sin embargo yo no puedo dejar de pensar en él hasta que llego a mi despacho y cuelgo el abrigo en el perchero. A partir de ese momento lo olvido hasta la mañana siguiente porque jamás lo veo al volver.
Lo conozco desde que me nombraron director de la sucursal y he de cruzar la plaza al ir a la oficina. En el bar comentan que aunque nadie le ha visto dormir allí, sí lo ven rondando por la zona de la fuente a todas horas, murmurando frases sueltas al vacío. Los mayores cuentan que apareció un día, poco después del incendio de la iglesia y que, a pesar de su aspecto, es inofensivo. Aunque jamás le vemos con una botella, Marcos —mi interventor— especula con que será una víctima más del alcohol o del caballo. Marta —la cajera— apuesta porque es otro damnificado de los desahucios. Los niños del barrio, ávidos de miedos, atribuyen su actitud huraña y su voz pulmonar, gastada, a que sólo habla con los muertos y por eso no se acercan a él. Nadie sabe su nombre.  

Hoy volvía del trabajo más temprano que de costumbre. Sufrimos un atraco después de la entrega del furgón y a pesar de que debería haber permanecido allí -para atender a la policía y la prensa y redactar los informes a nuestra central- me marché sin decir nada. Me alejé dejando el ordenador encendido y el abrigo en el perchero, a Marcos hiperventilando y a Marta presa de un ataque de llanto, a los policías gritando por sus radios y a la ambulancia mal aparcada encima de la acera con las luces aún encendidas. 

Lo vi a lo lejos, en el mismo banco en el que estaba leyendo a las ocho menos diez. Al acercarme, el frío me llevó a subir el cuello de mi chaqueta y a meter las manos en los bolsillos del pantalón. Cuando llegué a su lado esta vez sí alzó la vista y me miró, componiendo una media sonrisa ensombrecida por sus dientes pardos. "¡Mierda de vida, Manuel! ¡Qué pena de abrigo! A saber a quién se lo regalará ahora tu viuda" le oí decir cuando ya lo había dejado a mis espaldas.





jueves, 16 de mayo de 2013

Ángel González: "Otro tiempo vendrá distinto a éste"










Otro tiempo vendrá distinto a éste




Otro tiempo vendrá distinto a éste. 
Y alguien dirá: 
«Hablaste mal. Debiste haber contado 
otras historias: 
violines estirándose indolentes 
en una noche densa de perfumes, 
bellas palabras calificativas 
para expresar amor ilimitado, 
amor al fin sobre las cosas 
todas.»

Pero hoy,
cuando es la luz del alba
como la espuma sucia
de un día anticipadamente inútil,
estoy aquí,
insomne, fatigado, velando
mis armas derrotadas,
y canto
todo lo que perdí: por lo que muero. 








miércoles, 15 de mayo de 2013

Luis Mateos Díez: "Persecución"





Persecución

Enciendo un pitillo, miro por a ventana y vuelvo a verle. Tantos años persiguiéndome. Un acoso que se mantiene insoslayable de la mañana a la noche como si el perseguidor se confundiese con mi sombra. 
Saber que es él no me importa, pero estar convencido de que esto puede durar toda la vida es terrible.
Si al menos no vistiera como yo, si no usara mi gabardina y mi sombrero y abandonase esa costumbre de saludarme con mi propia sonrisa cuando le miro…



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martes, 14 de mayo de 2013

Amalia Bautista: "Galatea"









Galatea



No sabía qué hacer aquella tarde.
Tú estabas enfadado y no querías
salir. Me fui al Parque del Oeste
y estuve paseando mucho rato
sin encontrar un alma. En el invierno
casi nadie pasea por los parques.
No pensé nada. Me senté en un banco
y encendí un cigarrillo. De repente
un hombre joven se sentó a mi lado.
Le miré y vi que había un solo ojo
en mitad de su frente, un ojo oscuro,
tristísimo y brillante. Me miraba
como pidiendo ayuda, suplicando.
Ninguno de los dos dijimos nada.
El miraba mis ojos y yo el suyo.
En silencio empezó a llorar despacio,
se avergonzó y se fue. Yo no hice nada
por detenerle. Tu no te creíste
ni una palabra de esta historia, pero
yo me lleno de angustia y de tristeza,
aunque quiera evitarlo, si recuerdo
al cíclope del Parque del Oeste.








lunes, 13 de mayo de 2013

Sara Lew: "Rapto de la soledad"










Rapto de soledad




El viejo, fatigado por el esfuerzo, abanica el aire con sus manos curtidas. Tras una pequeña pausa retoma su tarea. Empapa el pincel en la pintura rosa que convertirá ese minúsculo trastero en la tierna habitación de una niña. Piensa amenizar las paredes con cenefas y cuadros infantiles; quizás también con un póster de un bello paisaje que simule una ventana. Entonces, cuanto lo tenga todo listo, saldrá a buscar una nieta.










domingo, 12 de mayo de 2013

Jorge Boccanegra: "Ella"







Ella


 
Viene despacio
       entra
tropieza con mi tos
con mi costumbre de dejar la nuca
en cualquier parte
       viene despacio
ordena mis silencios
desata las palabras necesarias
recibe la correspondencia de mis ojos
       viene despacio
a tender sus manteles de ternura
       viene despacio
apenas hecha humo para no despertarme
se abre paso entre vasos arrojados al día
        retratos de mujeres
noches de bronca y noches de ginebra
       viene despacio
con su enchape celeste subiéndose a mis mástiles
       viene despacio
       entra
se arrodilla al borde de mi alma
y junta los fragmentos de mi risa
después... se vuela azul como la tarde








sábado, 11 de mayo de 2013

Julio Llamazares: "La lentitud de los bueyes" (1)


 

 


La lentitud de los bueyes

 

1



Nuestra quietud es dulce y azul y torturada en esta hora.

Todo es tan lento como el pasar de un buey sobre la nieve. Todo tan blando como las bayas rojas del acebo.

Nuestro abandono es grande como la existencia, profundo como el sabor de las frutas machacadas. Nuestro abandono no termina con el cansancio.

No es un error la lentitud, ni habitan nuestra alma las oquedades del conocimiento.

En algún zarzal lejano anida un pájaro de aceite que nace con el día. Siento su sed granate algunas veces. Su abandono es tan dulce como el nuestro.

Su lentitud no está desposeída de costumbre.







viernes, 10 de mayo de 2013

Jesús Aguado: "He olvidado el olor"








He olvidado el olor



He olvidado el olor que exhala tu piel cuando salías
del agua o de mis besos. Sin embargo,
recuerdo cada estrella que contemplamos juntos
y el recorrido de la luna –desde que aparecía detrás de los acantilados
hasta que roja, el mar nos la ocultaba- que en noche como aquéllas
nos convertía en ejes, en el punto central del universo
visible. Pues los astros y las cosas
nos besaban, y tú –¿o ya no eras tú?- vivías más
en esos besos que en los tuyos.  







jueves, 9 de mayo de 2013

Antonio Gamoneda: "Un animal"











Un animal



Un animal oculto en el crepúsculo me vigila y se apiada de mí. Pesan las frutas corrompidas, hierven las cámaras corporales. Cansa atravesar esta enfermedad llena de espejos. Alguien silba en mi corazón. No sé quién es pero entiendo su sílaba interminable.

Hay sangre en mi pensamiento, escribo sobre lápidas negras. Yo mismo soy el animal extraño. Me reconozco: lame los párpados que ama, lleva en su lengua las sustancias paternales. Soy yo, no hay duda: canta sin voz y se ha sentado a contemplar la muerte, pero no ve más que lámparas y moscas y las leyendas de las cintas fúnebres. A veces, grita en tardes inmóviles.

Lo invisible está dentro de la luz, pero, ¿arde algo dentro de lo invisible? La imposibilidad es nuestra iglesia. En todo caso, el animal se niega a fatigarse en la agonía.

Es el que está despierto en mí cuando yo duermo. No ha nacido y, sin embargo, ha de morir.

Así las cosas, ¿de qué perdida claridad venimos? ¿Quién puede recordar la inexistencia? Podría ser más dulce regresar, pero entramos indecisos en un bosque de espinos. No hay nada más allá de la última profecía. Hemos soñado que un dios lamía nuestras manos: nadie verá su máscara divina.

Así las cosas,
la locura es perfecta.