LA MUJER INSÓLITA
Cuando
la vida era un absoluto jeroglífico ya resuelto,
ella
alcanzó una cometa
y el
sopló altura con sus labios de nube.
Donde
otras acariciaban una cicatriz,
ella
nadó desnuda.
Era
dulce y terrible y, sobre todo,
era
una mujer insólita.
Quizá
por eso la quise tantas veces tanto.
(De “Compañero enemigo”, Libros de la
Herida, 2007)
Muy bello poema.
ResponderEliminarBs.