LA SOLEDAD NO FINGE
La
soledad no finge son su amago,
reclina
sus cabeza mansamente
simulando
lealtad a sus principios
y
desciende sin cautela
sobre
el horizonte blanco del rostro designado.
En su
boca un glaciar de espera,
una
lengua de sal enmascarada;
propaganda
que se busca o desestima,
descrédito
de amor, puro desatino.
Vaciar
de fe las manos elegidas
su propósito.
La
soledad se forja en cada uno
no es
nada sin nosotros,
cada
uno artesano de su ciencia
según el alma, según el día
y a
la vez reo de su canto.
Extiende
tu mano,
dame
en esta hora tu palabra
y
vuelca sobre mí tu oscuro salmo:
la
tarde se descuelga gris
y una
sinrazón feliz reclama compartir secretos.
(De “Tierras prometidas”, Editorial Ánfora
Nova, 2009)
No hay comentarios:
Publicar un comentario