EL OTRO DÍA
A
Guillermina Deu
El
otro día, mi mujer cogió ramas de un arbusto
que
estaban secas y polvorientas, las lavó, las puso en
un
vaso de con agua, y ahora están frescas y pimpantes.
Las
ramas de un arbusto secas por la falta de lluvia
cogieron
a mi mujer y la pusieron en un vaso, y ahora
ha
empezado a llover.
(De “Sabrá volar el
mar?, Ediciones El Jinete Azul, 2010)
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