Estaba tendido
Estaba
tendido y tenía entre mis brazos un cuerpo como seda. Lo besé en los labios,
porque el río pasaba por debajo. Entonces se burló de mi amor.
Sus
espaldas parecían dos alas plegadas. Lo besé en las espaldas, porque el agua
sonaba debajo de nosotros. Entonces lloró al sentir la quemadura de mis
labios.
Era un
cuerpo maravilloso que se desvaneció entre mis brazos. Besé su huella; mis
lágrimas la borraron. Como el agua continuaba fluyendo, dejé caer en ella un
puñal, un ala y una sombra.
De mi
mismo cuerpo recorté otra sombra, que sólo me sigue a la mañana: Del puñal
y el ala, nada sé.
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