Obra de José Moreno Villa
ALMA
Se
levantó sin despertarme.
Andaba
lenta, aplastándose tanto,
hasta
pasar bajo imposibles
sitios
huecos,
o
estirándose fina como un ala,
atravesando
puertas entreabiertas.
No
tenía vista,
pero
salvaba los obstáculos
con
previsora maestría.
Ni
tacto,
pero
evitaba las esquinas
sin
recibir un golpe.
Ni
oído,
pero
cuando el portazo aquel,
sobresaltada,
corriendo
vino a mí,
en mí
escondiéndose,
y
despertando en mí
su
cuerpo.
(De “Las islas invitadas y cien poemas más”,
Editoriales Andaluzas Unidas, 1985)
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