TUS PALABRAS ERAN UNA BANDA ARMADA
Tus
palabras eran una banda armada
Y los
demás creyeron que no era bastante.
Te
quedaste solo rodeado de nombres
Y de
preposiciones.
Otros
asaltaban los caminos.
Dijiste
sangre mientras ellos mamaban.
Dijiste
amor mientras ellos cumplían.
Para
vencer retrocediste un paso.
Y por
no perder resististe.
Tus
filas ahora se van llenando
De
soldados sin lengua –eran de plomo-
Que
ven el mañana como un calcetín
Que
sólo admite darle la vuelta.
Tus
palabras son una banda armada.
Un
ejército sin miel y sin arrepentidos.
(De “La criminal pasión de poseer”, Libros
de la Herida, 2007)
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