MEMORIA DE VIVIR
Cada
cual es araña
de su
propia locura.
Vienen
y van y vuelven
erigidos
del humo
estos
seres humanos
que
conviven conmigo.
He
visto cómo venden
sus
almas al diablo,
en
qué pútridos antros
malversaron
sus besos,
por
qué poco tasaron
sus
sueños. ¡Por qué poco!
No
queda más que el polvo
sagrado
de mi sombra
y
esta memoria amarga
de
vivir que me aterra.
(De “Mapa físico”, Distrito Sur Ayuntamiento
de Sevilla, 2002)
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