COCINA
Demasiadas
veces he puesto
mi
propia vida a macerar,
como si el instante
que
medio vivo pudiera ponerse
en
conserva hasta mejor ocasión
y
sucede que hay cosas
que no tienen espera,
que no
se aplazan como una letra
hasta
que hay liquidez en esa cuenta
y
sucede que hay cosas
que se echan a perder
en el
cristal lo mismo que en las vísceras.
Demasiadas
veces he puesto
la vida
a macerar para saber
que hay
cosas
que no tienen espera
y que
se aconseja servir calientes.
(De “Recóndita armonía”,
Edita Ayuntamiento de Sevilla, Distrito Casco Antiguo, 2010)
No hay comentarios:
Publicar un comentario