martes, 3 de noviembre de 2015

Domingo F. Faílde: "Oración del desesperado"












ORACIÓN DEL DESESPERADO



Apóstate, Señor, en la esquina más próxima
y asáltame en la noche, mientras duerme
la ciudad y, borracho, yo regreso a mi casa.

Que no tiemble tu mano
al asestar el golpe. Sé limpio,
pues no cabe mayor piedad que un tajo
profesional, certero, fulminante,
sin dar opción al tiempo y sus ardides.

Date, luego, a la fuga
y deja que mi alma muera también conmigo.
La eternidad es tuya: llévate la cartera
y arroja a la basura mi carné, los papeles,
demasiado profanos y, desde luego, inútiles;
también y, sobre todo, mis poemas, los libros
que escribí. La tristeza,
quédatela, Señor, véndela al peso:
ella es la suma exacta de mi vida.







(De “Retrato de heterónimo”, Editorial Ánfora Nova, 2008)








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